domingo, 14 de agosto de 2011

Fragmentos de imágenes.
Qué extraño es el destino.
Un ojo, dos bocas,
cuatro ojos, dos tonos de piel.
Sonrisas enamoradas
actuadas
reales.
Miedo juguetón,
vida al aire libre, en trenzas, en musculosa,
en barba y pecho velludo.
Performance para la eternidad.
A veces
sigo pensando
que en el fondo era más fácil
obligarse a ser otro
para ser uno mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario